Cada 24 de marzo el mundo entero conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis (TB), una infección grave que afecta los pulmones y puede perjudicar otros órganos como el cerebro, huesos, piel, entre otros (5). La transmisión se produce a través de las vías respiratorias, cuando alguien con la enfermedad activa en su cuerpo y sin tratamiento tose o estornuda, contagiando a quienes están a su alrededor (5).
Actualmente, Colombia se encuentra entre los 10 países con más casos de tuberculosis en América Latina y el Caribe, ocupando el quinto puesto en la región (3) (6). En los últimos cinco años se han registrado un promedio de 1.077 fallecidos por año a causa de la infección en el país (6). A nivel mundial, en 2020 se reportaron 9,9 millones de casos de tuberculosis (2) y 1,5 millones de muertes asociadas, entre ellas 214.000 personas que vivían VIH (2).
La relación compleja entre la tuberculosis y el VIH
Desde 1980, los casos de tuberculosis han aumentado significativamente debido a la propagación del VIH (5). Este virus inhibe el sistema inmunitario, lo cual provoca que al cuerpo le resulte difícil controlar las bacterias de la infección respiratoria (5). De hecho, las personas que viven con VIH tienen 18 veces más probabilidades de contraer TB (2), y la coinfección se convierte en una relación letal gracias a que la tuberculosis es la principal causa de muerte entre quienes tienen VIH en Latinoamérica(4). Aproximadamente un 35% de ellos mueren por esta enfermedad (2).
¿Qué se debe hacer en caso de coinfección?
Lo primero es recibir atención clínica oportuna, pues el médico tratante podrá guiar al paciente a la mejor alternativa para garantizar su bienestar (4). En general, las personas con coinfección por VIH y TB deben recibir tratamiento para ambas condiciones; la fecha de inicio del tratamiento y los medicamentos que se deben tomar dependen de las circunstancias particulares de cada caso (4).
En relación con el VIH, lo recomendable es mantener una terapia antirretroviral que preserve la carga viral indetectable (7).. Para lograr que el tratamiento genere adherencia, es importante que el paciente tome los medicamentos en el momento, en la cantidad y durante el tiempo que lo determine su médico tratante. (7).
Respecto a la tuberculosis, los expertos recomiendan la toma de medicamentos antituberculosos y el acompañamiento por parte de un profesional de la salud (4).
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